Estimados hermanos:
En estos días en que estamos viviendo con alegría las fiestas de Pascua que pronto llegarán a su plenitud con la solemnidad de Pentecostés, he recibido la noticia de que el San Padre me había nombrado obispo de Tortosa. Quiero manifestar, en primer lugar, mi gratitud al Papa Francisco por la confianza que me ha manifestado al confiarme esta misión.