Bangui (República Centroafricana)
Domingo 29 de noviembre de 2015
Saludo a todos ustedes que están aquí. Les digo que he leído lo que los niños habían escrito: paz, perdón, unidad y tantas cosas…amor. Nosotros tenemos que trabajar y rezar y hacer de todo por la paz.
Pero la paz sin amor, sin amistad, sin tolerancia, sin perdón, no es posible. Cada uno de nosotros debe hacer algo. Yo les deseo, a ustedes y a todos los centroafricanos, la paz, una gran paz entre ustedes.
Que puedan vivir en paz, cualquiera sea la etnia, la cultura, la religión, el estado social, ¡pero todos en paz! ¡Todos! Porque todos somos hermanos. Me gustaría que todos dijéramos juntos: “Todos somos hermanos”. Y por esto, porque todos somos hermanos, queremos la paz.
Y les daré la bendición del Señor. Que el Señor los bendiga, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
¡Y recen por mí! ¡Recen por mí!