Martes 16 de febrero de 2016
Santo Padre:
Los Sacerdotes, Consagradas y Consagrados, y Seminaristas de México, le damos el más afectuoso agradecimiento por haber estado hoy con nosotros y haber presidido esta santa Eucaristía, nos sentimos muy alegres y bendecidos del Señor por tenerlo entre nosotros, por lo que es y lo que representa, ya que ha venido a confirmarnos en la fe, a alentar nuestra esperanza, y a animarnos a ser más solidarios como Iglesia, particularmente con los más pobres.
Su visita nos alienta a caminar por los caminos de la alegría del Evangelio, a ir e instalarnos en las periferias existenciales de la mujer y de hombre de nuestro tiempo, con espíritu de misericordia y sentido profético para poder contribuir a la construcción del Reino y a un México más justo, reconciliado y en paz.
Gracias Padre Francisco por estar con nosotros, experimentamos en Usted ese rostro misericordioso y alegre del Señor que nos invita a descubrir a nuestro Padre Dios lleno de amor, ternura y misericordia, y a la vez, sentimos la necesidad de ser más misericordiosos, indulgentes y aprender a perdonar, a ser himildes, y a estar cercanos con los demás para que sea creíble nuestra vida.
Bendito el que viene en el nombre del Señor, gracias Santo Padre por amar y acariciar a este su pueblo mexicano. Que Dios lo siga bendiciendo.