23 de marzo de 2016.- Este Martes Santo, a las 11,00, comenzaba en la Catedral de Badajoz la Misa Crismal presidida por Mons. D. Celso Morga Iruzubieta, arzobispo de Mérida-Badajoz, y concelebrada por 150 sacerdotes de toda la Archidiócesis.
En esta misa los sacerdotes renovaban sus promesas sacerdotales y eran consagrados los santos oleos y el crisma utilizados el resto del año en todas las parroquias en los distintos sacramentos.
En su homilía don Celso se refirió a la necesidad de que los sacerdotes renueven sus promesas sacerdotales y destacó tres aspectos del sacerdocio: la comunión y la fraternidad sacerdotal más allá de las afinidades personales; el hecho de que los sacerdotes son enviados para reconciliar y por último destacó la importancia de la pastoral vocacional. En este sentido pidió a los sacerdotes que no se desanimen, les dijo que las vocaciones están creciendo y que, en cualquier caso, ha habido épocas en la historia de la Iglesia tan difíciles o más que esta.
Desde la 10 de la mañana había en la Catedral varios confesores para que los sacerdotes, y aquellas personas que lo desearan, tuvieran facilidad para acercarse al sacramento de la Reconciliación.
(Archidiócesis de Mérida-Badajoz)