23 de mayo de 2016.- El estudio gemológico realizado para la restauración de la Custodia de Arfe de Toledo, llevado a cabo por el Instituto Gemológico Español en colaboración con el Instituto de Patrimonio Cultural de España, ha desvelado que las esmeraldas que contiene provenían de Colombia y los zafiros de Ceilán -actual Sri Lanka-, según ha dado a conocer este lunes la directora del Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE), Carmen Pérez de Andrés, durante la presentación de la custodia restaurada.
Dicho acto, celebrado en la Catedral de Toledo, ha contado también con la asistencia del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page; la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón; además del arzobispo de Toledo, Mons. D. Braulio Rodríguez Plaza; el deán de la catedral, Juan Sánchez; y numerosas autoridades políticas, civiles y militares.
El conjunto se compone de dos partes, un ostensorio o custodia de mano, obra de Jaume de Aimeric realizada en oro macizo con esmaltes y pedrería, que perteneció a Isabel la Católica, y la tallada por Enrique de Arfe en plata dorada y que fue elaborada entre 1517 y 1524 por encargo del cardenal Cisneros, dentro de la que se aloja la primera. Ambas piezas se asientan sobre la llamada pena de los Ángeles, obra del siglo XVIII de Manuel Bargas Machuca.
Así, Pérez de Andrés ha explicado que también se ha restaurado dicha peana de Los Ángeles y se han realizado estudios de conservación que han desvelado debilidades en la estructura, por lo que «se han reforzado las bases de la custodia de oro». Para la restauración, que ha durado ocho meses, se realzó primeramente un «profundo estudio documental», ha explicado la directora del IPCE. También se han realizado estudios de metales y esmaltes, ha dicho, y se ha corregido la presencia de un barniz que «daba una apariencia rojiza y apagada». Ahora «todos los materiales se aprecian en sus brillos reales».
En este sentido, Emiliano García-Page ha agradecido «a todos aquellos que se han encargado» de esta restauración, que además del IPCE han sido las empresas de museología Jesús Moreno y Asociados, Ypuntoending, Construcciones Luis Maroto e hijos y Atempora Arqueología. Page ha puesto de manifiesto que la Custodia de Arfe «no deja indiferente en el corazón de nadie», y además es Patrimonio de la Humanidad. Y ha continuado afirmando que «es un símbolo intergeneracional que traspasa fronteras» y, en sí mismo, «es un símbolo solemne que cae bien». «De pequeño, la primera vez que vi la Custodia por las calles, esperaba fuera más en alto y realmente me di cuenta que va a la altura justa, lo que produce una comunión con la gente», ha dicho el presidente regional.
«TAN BRILLANTE COMO EN EL SIGLO XVI»
De su lado, Milagros Tolón ha afirmado que «cinco siglos después, gracias a los trabajos de limpieza y restauración, se da la oportunidad de ver la Custodia tan reluciente y brillante como la vieron aquellos canónigos del siglo XVI, cuando la recogieron de manos del orfebre alemán». Del resultado obtenido con la restauración, ha continuado la alcaldesa, todos los toledanos se deben sentir «orgullosos». «Dentro de tres días miles de personas que abarrotarán las calles de Toledo se verán como unos privilegiados». Sobre la fiesta del Corpus Christi, Tolón ha afirmado que «en los últimos años la ciudad ha realizado un gran esfuerzo para que el recorrido procesional tenga unos adornos espectaculares». «En el Corpus sumamos todos», ha concluido.
Asimismo, Mons. D. Braulio Rodríguez Plaza ha dicho que «mucho debe Toledo al Cardenal Cisneros», de cuya muerte se cumplirán 500 años en 2017, pues «dio la pauta al modelo de Vustodia de asiento». Además, «esta Custodia es excepcional dentro de la platería española de su época». Por último, ha mostrado su «orgulloso y el del Cabildo catedralicio, por ser continuadores con esta restauración del compromiso adquirido por nuestros dignísimos predecesores».
El deán de la Catedral ha explicado que «ya está preparada para presidir la Sala del Tesoro, que siempre ocupó, pero ahora de una manera distinta, expuesta en el centro de la sala bajo la protección de una gran vitrina».
EUROPA PRESS
CONJUNTO DE LA CUSTODIA EUCARÍSTICA
(Siglos XV-XVIII)
La institución de la fiesta del Corpus Christi en 1264 por el papa Urbano IV, con la exposición de la Sagrada Forma ante los fieles para su veneración, trajo consigo la necesidad de crear un receptáculo especial para tal función, que quedará resuelta entre los siglo XIV y XV, con la creación de la custodia eucarística.
El conjunto de la custodia de la Catedral de Toledo incluye dos custodias dentro de una. En el interior, la más antigua es de tipo portátil, perteneció a la reina Isabel la Católica, de cuya almoneda de bienes la compró en 1505 el cabildo de la Catedral de Toledo por orden del arzobispo Jiménez de Cisneros. Es de oro parcialmente esmaltado y está guarnecida con piedras preciosas y perlas. Fue realizada hacia 1495-99 por el platero de Barcelona, Jaume Aimeric (doc. 1451-1496), que incluyó en la configuración de su templete un elemento excepcional: una torre en forma de palomar, con palomas de oro esmaltado, en su origen formaba parte de otra pieza perteneciente a la reina católica. Mide 98cm de altura y pesa 16.9kg.
La custodia de asiento en forma de torre escalonada que alberga la de oro, es de plata parcialmente dorada. Fue realizada en 1515-23 por iniciativa del cabildo toledano, que encargó su ejecución a un platero de origen alemán Heinrich von Erfert, conocido como Enrique de Arfe (doc. 1501-1545). Su configuración denota la inteligencia del artífice a la hora de planificar una obra compleja en estructura y decoración. Mide 310cm de altura y 107cm de anchura máxima; pesa 370kg incluyendo el asiento de madera.
Estéticamente, la estructura de ambas custodias responde a las características del gótico flamígero. Sin embargo, la ornamentación manifiesta el lapso temporal que separa ambas piezas. En la de oro, una parte de las decoraciones vegetales se organiza ya a partir de rigurosos esquemas simétricos a la manera renacentista, pero el tipo de hojas lanceoladas que incluye pertenece todavía al repertorio medieval. Igual que las cresterías que rematan los pisos del templete, las flores que guarnecen los engastes de las piedras aplicadas sobre ella, y las delicadas y originales labores de esmalte, que aportan junto con el material gemológico una gran vistosidad al conjunto de la pieza. En la custodia de Arfe conviven carnosas cardinas con motivos propios del grutesco manierista muy elaborados y diversos, compuestos por vasos a candelieri, roleos vegetales, figuras y mascarones monstruosos. Un repertorio tomado principalmente de la ornamentación arquitectónica, pues en la década de 1520 aún era excepcional encontrarlo en objetos de platería.
Ambas custodias han sido objeto de intervenciones posteriores destinadas a mejorar su funcionalidad o conservación, que han transformado una parte de su estructura original, sin que ello haya mermado la riqueza de su apariencia. El sol de la custodia de oro fue sustituido por otro nuevo realizado por Pedro Hernández en 1523 (el actual se renovó tras la Guerra Civil de 1936-39). Sin embargo las intervenciones más importantes tuvieron lugar, en 1594-99, bajo la dirección de Francisco Merino y la llevada a cabo en 1981 por el ICROA, dirigida por Jerónimo Escalera.
Para dar relevancia al conjunto de ambas custodias, en el siglo XVIII se realizó la Peana de los Ángeles, a fin de que asentaran sobre ella figurando como si los propios ángeles las transportaran en andas. Fue realizada en 1741-42, en plata y bronce dorado, por el platero Manuel de Bargas Machuca (act. 1722-1759). Mide 124cm de altura y 185cm de anchura máxima, pesa 470kg.
La intervención, que hemos llevado a cabo, comenzó el 16 de Octubre de 2015 con el traslado de ambas piezas al taller habilitado en una sala de la propia Catedral. Gracias a las instrucciones que dejara el platero Vicente Salinas, a finales del XVI, se desmontaron por completo ambas custodias y almacenaron las distintas piezas en cajoneras realizadas a tal efecto, colocando, en cada cajón, la foto a tamaño real de la zona que se iba a colocar.
Se ha procedido a la limpieza de todos los elementos de manera mecánica y química, eliminando el recubrimiento a modo de barniz rojizo y la sulfuración que presentaba la plata. En la custodia de plata, se ha llevado a cabo una consolidación estructural del alma de madera y la estabilización de los elementos metálicos que la forman, reponiendo las tuercas y tornillos, así como de los pasadores que sujetan los doseletes de los pilares y contrafuertes que faltaban. Las piezas fracturadas han sido soldadas mediante soldadura láser. Por último se ha aplicado la capa de protección antes del montaje final.
Los problemas estructurales que presentaba la custodia de oro, se resolvieron con la realización de un nuevo alma de madera más ajustada y una placa de aluminio estrellada sobre la que asienta. Para la realización de esta placa, hemos seguido la metodología llevada a cabo en la intervención de 1981en la custodia de plata y que hemos constatado su eficacia.
Los trabajos, bajo la Dirección Técnica del IPCE, los ha llevado a cabo Talleres de Arte Granda con un equipo multidisciplinar que ha contado con restauradores, plateros, historiadores, así como laboratorios de química y física, gemólogos y carpintero, con el apoyo de empresas especializadas en fotografía y video.
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Arzobispado de Toledo