Trece nuevos sacerdotes y siete nuevos diáconos para la archidiócesis de Toledo

ordenaciones toledo 2016

3 de julio de 2016.- Este domingo 3 de julio, el arzobispo de Toledo y Primado de España, Mons. D. Braulio Rodríguez Plaza, presidía la Santa Misa en la catedral primada en la que ordenaba trece nuevos presbíteros y siete nuevos diáconos. Con él concelebraban el Sr. Obispo auxiliar, Mons. D. Ángel Fernández Collado, miembros del Cabildo, rectores de los Seminarios y cerca de doscientos sacerdotes de Toledo y de otros lugares de España.

El Sr. Arzobispo, comenzaba las palabras de su homilía manifestando la alegría de acoger a estos nuevos sacerdotes en el presbiterio diocesano y daba gracias al Señor por estos nuevos servidores del Pueblo de Dios.

“Queridos ordenandos: hoy estáis en el centro de la atención de la Iglesia diocesana”, decía D. Braulio, un pueblo representado por los fieles, cerca de 3.000, que llenaban las naves del templo catedralicio. Señalaba que en este Pueblo de Dios ocupan un lugar vuestros padres y familiares, vuestros amigos y compañeros, los formadores del Seminario, las parroquias y las diferentes realidades que os han acompañado en vuestro camino. No olvidaba la singular cercanía de otras personas, humildes y sencillas, como las monjas de clausura, los niños y los enfermos, que les acompañan con su oración, inocencia y sufrimiento.

La Iglesia de Toledo, decía el arzobispo, hoy da gracias a Dios y reza por vosotros. La Iglesia cuenta con vosotros, os necesita a cada uno. Afirmaba, “todos nos sentimos invitados a entrar en el misterio, en el acontecimiento de gracias que se está realizando en vuestro corazón con la ordenación presbiteral o diaconal”.

Recordaba a los ordenandos “que la participación en el sacerdocio de Cristo no es para vosotros solos: es para los demás. No os sintáis únicamente elegidos, sino amigos del Señor. Cristo te ama ti, pero para amar a los demás”. Les decía: “Hay que exhortar, a los hombres, con vuestra palabra y vuestro ejemplo, a la penitencia y a acordarse de los preceptos de Dios”. “El Seguimiento de Jesucristo en el sacerdocio ministerial jamás puede representar un modo de alcanzar la seguridad en la vida o conquistar una posición social o de prestigio en la comunidad cristiana”. También, dirigiéndose a los ordenandos, afirmaba el Sr. Arzobispo: “El que aspira al sacerdocio para aumentar su prestigio personal y su poder entiende mal en su raíz el sentido de su ministerio y será esclavo de sí mismo y de la opinión pública”.

Añadía que “en el plan de Dios, la entrega de Cristo se hace presente en la Eucaristía. Cuando celebramos la Santa Misa tenemos en nuestras manos el pan del cielo”. “Es algo que nos llena de asombro, de alegría y gratitud: el amor y el don de Cristo crucificado y glorioso. Hay que abrir todo nuestro ser, carne y espíritu, a este don de Cristo”.

También les alertaba: “vais a sentir la dureza de nuestra época, el caparazón que aparece en tantos contemporáneos ante la Palabra de Dios, ante el encuentro con Jesucristo.” Les animaba, “no debemos escandalizarnos de las fragilidades que agitan hoy el espíritu humano”. “Debéis haceros prójimos de cada uno, compartiendo sus sufrimientos”. Recordó que “no somos ni unos empleados ni nos movemos por criterios de eficacia. Debemos ser hombres de paz y reconciliación, instrumentos de la ternura de Dios.”

El Sr. Arzobispo añadía: “que en el campo de Dios hay trabajo para todos, fieles laicos, consagrados, sacerdotes, jóvenes y mayores. No estaréis solos en las parroquias: están los demás, a los que hay que acompañar.”

Invitaba confiar más en la Providencia. La gracia que recibirían en el sacramento del Orden les uniría a la Eucaristía y les daría capacidad para cuidar y trabajar juntos con los demás presbíteros y diáconos.

Ya al final de esta homilía D. Braulio Rodríguez, con palabras del Papa Francisco dirigidas a los nuevos arzobispos en la pasada fiesta de San Pedro y San Pablo, invitaba a los nuevos presbíteros y diáconos que fueran hombres de oración y maestros de oración, mensajeros de la caridad para los más necesitados.

Que la Virgen María “os acompañe cada día de vuestra vida y de vuestro ministerio” así concluía su homilía el Sr. Arzobispo, D. Braulio Rodríguez.

Una gran jornada festiva, de oración y acción de gracias, la vivida por toda la Archidiócesis de Toledo con la ordenación estos catorce presbíteros y siete diáconos. Ahora la celebración se traslada a las parroquias de los recién ordenados donde, con gozo y alegría, celebrarán su Primeras Misas.

Oficina de Información
Arzobispado de Toledo

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