Universal: Que sean respetados los pueblos indígenas amenazados en su identidad y hasta en su misma existencia.
Por la evangelización: Que la Iglesia de América Latina y el Caribe, a través de la misión continental, anuncie con ímpetu y entusiasmo renovado el Evangelio.
Por los que sufren de manera especial las consecuencias de la crisis económica: los desempleados y sus familias, sobre todo los más jóvenes, a fin de que con la ayuda de Dios y la solidaridad de todos encuentren un trabajo digno y estable.