Subsidio litúrgico
para la Sede presidencial
29 de junio
SANTOS PEDRO Y PABLO, APÓSTOLES
Solemnidad
Misa de la vigilia
Esta misa se utiliza en la tarde del 28 de junio, antes o después de las primeras vísperas de la solemnidad.
Antífona de entrada
Pedro, el apóstol, y Pablo, el doctor de las gentes, nos enseñaron tu ley, Señor.
Monición de entrada
Celebramos esta tarde la solemne vigilia de los santos apóstoles Pedro y Pablo, elegidos por Cristo para ser columnas de la Iglesia y heraldos del Evangelio de Dios.
En Roma padecieron con Cristo para ser con el glorificados.
Acto penitencial
— Tú que perdonaste a Pedro, cuando renegó de ti:
Señor, ten piedad. R/.
— Tú que convertiste a Pablo en apóstol tuyo:
Cristo, ten piedad. R/.
— Tú que, por la sucesión apostólica,
nos aseguras el perdón de los pecados:
Señor, ten piedad. R/.
Se dice Gloria.
Oración colecta
Señor, Dios nuestro,
concédenos tu ayuda
por su intercesión de los santos apóstoles Pedro y san Pablo,
y ya que por ellos entregaste a la Iglesia
las primicias de los dones del cielo,
otórganos también, por ellos, los auxilios
para la salvación eterna.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Se dice Credo.
Oración de los fieles como en la misa del día.
Oración después de la comunión
Te rogamos, Señor, que fortalezcas
con los sacramentos del cielo a tus fieles,
a quienes has iluminado
con la doctrina de tus santos apóstoles.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Misa del día
Antífona de entrada
Estos son los que, mientras estuvieron en la tierra, con su sangre plantaron la Iglesia: bebieron el cáliz del Señor y lograron ser amigos de Dios.
Monición de entrada
Celebramos hoy la solemnidad de los santos apóstoles Pedro y Pablo. Simón, hijo de Juan, pescador del lago de Galilea, elegido por Cristo el primero entre los Doce para ser servidor de todos y confirmar en la fe a sus hermanos; apellidado por Cristo «Pedro» para ser la piedra visible, fundamento de la unidad de la Iglesia; designado por Cristo pastor para apacentar todo el rebaño de Dios.
Desarrolló su actividad apostólica en Jerusalén, en Antioquia de Siria y definitivamente en Roma, como primer obispo de aquella comunidad incipiente. En Roma fue crucificado el año sesenta y cuatro, durante la persecución del emperador Nerón. Dio así testimonio de Jesucristo con su palabra y con su sangre. Fue sepultado en la colina Vaticana.
Y Pablo, de Tarso, celoso observante de la ley mosaica, perseguidor de la Iglesia de Dios, convertido a Cristo en el camino de Damasco, ¡el Apóstol de todas las gentes!
Viajero infatigable, recorrió una y otra vez extensas regiones de Asia Menor y Europa Oriental, fundando numerosas comunidades cristianas.
Sus cartas, a diversas Iglesias locales, son alimento sustancioso de que se nutre la Iglesia de todos los tiempos. En la carta a los cristianos de Roma expresa su deseo de venir a España; deseo que probablemente realizo. Consumo su pasión en Cristo, decapitado a las afueras de Roma el año sesenta y siete.
Nuestra comunidad de fe y esperanza se funda en el mensaje de Pedro y Pablo, testigos del Señor de la gloria.
Acto penitencial
— Tú que perdonaste a Pedro, cuando renegó de ti:
Señor, ten piedad. R/.
— Tú que convertiste a Pablo en apóstol tuyo:
Cristo, ten piedad. R/.
— Tú que, por la sucesión apostólica,
nos aseguras el perdón de los pecados:
Señor, ten piedad. R/.
Se dice Gloria.
Oración colecta
Oh, Dios, que nos llenas hoy de santa y festiva alegría
en la solemnidad de los apóstoles Pedro y Pablo,
concede a tu Iglesia seguir en todo
las enseñanzas de aquellos
por quienes comenzó la difusión de la fe.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Se dice Credo.
Oración de los fieles
Celebrando la pasión gloriosa de tan grandes intercesores, oremos al Señor.
— Por el papa Francisco, sucesor de Pedro; para que realice su misión de guardar la unidad en la caridad de todas las Iglesias y confirme en la fe a sus hermanos, roguemos al Señor.
— Por la Iglesia, presente en la diversidad de naciones, razas y culturas; para que su misión evangelizadora sea reconocida y respetada, roguemos al Señor.
— Por las Iglesias que sufren coacción, reducidas al silencio, perseguidas, en algunos países: para que permanezcan firmes en la confesión de la fe y el testimonio cristiano, roguemos al Señor.
— Por los responsables del gobierno de las naciones: para que, como servidores de Dios, procuren siempre la justicia y el bien de los ciudadanos., roguemos al Señor.
— Por nosotros, aquí reunidos; para que perseveremos fielmente en la enseñanza y la misión recibidas de los apóstoles, roguemos al Señor.
Señor, Dios nuestro: escucha nuestras súplicas, avaladas por la intercesión de los santos apóstoles Pedro y Pablo, columnas de la Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración después de la comunión
A los que has alimentado con este sacramento,
concédenos, Señor,
vivir de tal modo en tu Iglesia
que, perseverando en la fracción del pan
y en la doctrina de los apóstoles,
seamos un solo corazón y una sola alma,
arraigados firmemente en tu amor.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
SUGERENCIAS DE CANTOS
Canto de entrada: Anunciaremos tu reino (CLN, 402);
o bien: Iglesia peregrina (CLN, 40); Un solo Señor (CLN, 708).
Canto de comunión: Unidos en ti (CLN O 31);
o bien: Beberemos la copa de Cristo (CLN, O 10).