Subsidio litúrgico para el XVII Domingo del tiempo ordinario (29 de julio de 2018)

Subsidio litúrgico
para la Sede presidencial

XVII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
(Año B)

cristo jesus

Antífona de entrada          Cf. Sal 67, 6-7. 36

Dios vive en su santa morada. Dios, el que hace habitar juntos en su casa, él mismo dará fuerza y poder a su pueblo.

Monición de entrada

La liturgia de hoy es una invitación a participar en el banquete que Jesús prepara para nosotros, hombres y mujeres inmersos en el “hoy” que nos toca vivir, pero llamados a convertirnos en la levadura que fermenta la masa. Jesús multiplica los panes y da el alimento material a la multitud hambrienta. Pero el pan material no basta para saciar nuestra hambre, porque no solo vivimos de pan.

Acto penitencial

Tú, que abres la mano y sacias de bienes a todo viviente:
Señor, ten piedad. R/.

Tú, que nos enseñas a abrir nuestro corazón a la caridad hacia los hermanos:
Cristo, ten piedad. R/.

Tú, que nos reúnes en torno a mesa del Pan de Vida para ser un solo cuerpo y un solo espíritu:
Señor, ten piedad. R/.

En lugar del acto penitencial, se puede celebrar el rito de la bendición y de la apersión del agua bendita.

Se dice Gloria.

Oración colecta

Oh, Dios, protector de los que en ti esperan
y sin el que nada es fuerte ni santo;
multiplica sobre nosotros tu misericordia,
para que, instruidos y guiados por ti,
de tal modo nos sirvamos de los bienes pasajeros
que podamos adherirnos ya a los eternos.
Por nuestro Señor Jesucristo.

Se dice Credo.

Oración de los fieles

Hermanos: dirijamos nuestra plegaria al Padre para que abra su mano creadora y sacie el hambre de todo viviente.

Fortalece, con el pan de la vida, a tu santa Iglesia, para que sepa encontrar al hombre en sus necesidades concretas y se haga disponible a saciar el hambre del cuerpo y del espíritu, roguemos al Señor.

Por las vocaciones sacerdotales y religiosas; para que los jóvenes se abran a la llamada de Cristo a seguirle en este camino, roguemos al Señor.

Suscita en el corazón de cada hombre sentimientos de solidaridad fraterna, para que escuchando el grito de ayudo del que sufre, que sepamos ser solidarios con todo lo que poseemos, roguemos al Señor.

Abre tu mano y sacia con la abundancia de tus dones a la multitud de hombres y mujeres que busca el sentido de la existencia y que todo hombre tenga hambre del pan de dura para la vida eterna, roguemos al Señor.

Ayúdanos, participando de la mesa eucarística, a superar el mal de nuestros miedos e inseguridades y que nuestro deseo de encontrarte encuentre en ti una respuesta generosa, roguemos al Señor.

Oh Dios, Señor de la historia y del tiempo, escucha nuestra súplica: bajo el peso de las fatigas cotidianas, concédenos una mirada confiada en el futuro y manos activas, capaces de construir contigo el Reino que viene. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Oración después de la comunión

Asiste, Señor, a tu pueblo
y haz que pasemos del antiguo pecado
a la vida nueva
los que hemos sido alimentados
con los sacramentos del cielo.
Por Jesucristo, nuestro Señor. 


SUGERENCIAS DE CANTOS

Canto de entrada:Sálvanos, Señor Jesús (CLN, A 14);
o bien: Anunciaremos tu Reino (CLN, 402); Juntos, como hermanos (CLN, 402).

Canto de comunión: Te conocimos al partir el pan (CLN, O 25);
o bien: Comiendo del mismo pan (CLN, O 27).

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