30 de agosto de 2018.- Mosen Ángel Aranda Labarta, hijo de Gregorio y María, nació el día 1 de marzo de 1933 en El Frago, provincia de Zaragoza y diócesis de Jaca. Su infancia y juventud transcurrió en su pueblo natal, en la intimidad familiar y educación cristiana, conviviendo con sus padres y cuatro hermanos, fieles parroquianos de la comunidad cristiana del El Frago. D Ángel ingresó y cursó los estudios eclesiásticos en el Seminario Diocesano de Jaca y fue ordenado presbítero en Sabiñánigo el día 14 de julio de 1957.
Nombramientos y servicios pastorales:
3-9-1957: Ecónomo de Laguarta, Torrolluala, Matidero, Gillué y Secorún.
1-9-1964: Además de los anteriores: Gésera, Lasaosa, Grasa, etc.
10-8-1968: Coadjutor de Puente Sardas y Encargado de Osán, Satué y Javierre del Obispo.
1-10-1980: Cesa como Coadjutor de Puente Sardas y se incorpora al Equipo de Cristo Rey de Sabiñánigo, iglesia de Santiago.
11-1-1985: Profesor de Religión de F.P. en Sabiñánigo, tarea que continuó en el Instituto hasta sus 65 años.
13-5-1985: Arcipreste de Sabiñánigo.
24-9-1985: Párroco de Larrés y Párroco solidario de Cristo Rey de Sabiñánigo.
15-10-1987: Miembro del Consejo Diocesano de Pastoral.
1-1-1996: Párroco de Santiago de Sabiñánigo, y responsable del Movimiento Familiar Cristiano
16-6-2003: Además, Párroco de Senegüé, Sorripas, Acumuer, Asún, Isín, Asqués y Bolás.
18-9-2007: Cesa como Párroco de Santiago Apóstol de Sabiñánigo.
12-9-2016: Cesa como Párroco de Larrés, Acumuer, Isín y Senegüé.
D. Ángel falleció a los 85 años de edad, en el hospital de Jaca, el día 18 de julio de 2018. El jueves 19 de julio, a las once de la mañana, en la parroquia de Santiago Apóstol, de Sabiñánigo, el Sr. Obispo de Jaca, D. Julián Ruiz Martorell, presidió el funeral; concelebraron veintiún sacerdotes y asistió un gran número de fieles de las parroquias donde D. Ángel ejerció el ministerio pastoral.
En la homilía D. Julián destacó la huella profunda que dejó D. Ángel, su gusto por la música; invitó a iluminar el dolor con la fe en la Resurrección, fe que renueva y fortalece. Aludió a la esperanza, alivio de Jesús, pastor que busca a sus ovejas, alivio que consuela al cargar con su yugo. Ante la muerte nos apoya la respuesta de la fe, la esperanza y gratitud, porque D. Ángel ha llegado a la presencia de Dios; sus manos han bendecido y perdonado, sus labios han predicado el Evangelio y su corazón ha acogido paternalmente. Finalizó el Sr. Obispo invocando a la Virgen María que acoge y alivia. Dale, Señor el descanso eterno y brille para él la luz eterna.
El mismo día 19, a las seis de la tarde, en la parroquia de El Frago, previa una Celebración de la Palabra y un responso por el eterno descanso de nuestro hermano sacerdote, se procedió a la inhumación de su cadáver en el cementerio de dicha localidad.
OBISPADO DE JACA
Delegación diocesana de Clero y Vida Religiosa