
Desde el Obispado de Ávila lamentamos los actos vandálicos perpetrados este fin de semana en las iglesias parroquiales de Gil García y Umbrías. Asimismo, a la vez que pedimos perdón a Dios y elevamos nuestra oración de reparación, condenamos rotundamente estos hechos, que atentan no sólo contra el patrimonio de estas pequeñas localidades de nuestra diócesis, sino contra el respeto y la libertad religiosa. Una libertad reconocida y protegida desde la Constitución Española en nuestro Estado de Derecho. Y un respeto que debe ser la base fundamental de nuestra convivencia pacífica y libre como sociedad.
De igual forma, comunicamos que ya hemos dado parte a las autoridades competentes para que depuren las responsabilidades de este flagrante delito.