29 de julio de 2020.- Desde el año 2015 Cáritas Diocesana de Toledo, gracias al Proyecto Santa Marta, acompaña y ayuda a mujeres que ejercen la prostitución a salir de esta situación, habiéndose financiado con fondos propios de la entidad. Hasta la fecha se han atendido a siete mujeres que han salido de la prostitución, y en estos momentos se está acompañando a tres mujeres que están en proceso de cambio. Asimismo, de las mujeres atendidas en estos meses 2 de ellas han sido víctimas de trata de seres humanos con fines de explotación sexual.
Durante el estado de alarma se ha realizado acompañamiento telefónico y por mensajería, estando pendiente de todas las necesidades (materiales, pago de suministros, sociales y espirituales) y problemáticas que manifestaban las mujeres acogidas en el Proyecto. Además en esta emergencia se han diseñado nuevas formas de atención, incorporando los medios tecnológicos en el acompañamiento personalizado a las mujeres.
Desde el Proyecto Santa Marta, que se trabaja en coordinación con la Policía Nacional, otras organizaciones como Médicos del Mundo o el Proyecto Esperanza, se constata que en estos meses de confinamiento ha aumentado el número de pisos dedicados a la prostitución, con un incremento del consumo de sexo. La responsable del Proyecto Santa Marta, Paloma Martín de Vidales, recuerda “que sin clientes no hay prostitución por lo que es necesario aludir a la responsabilidad de todos”.
En este sentido desde el Proyecto Santa Marta, y así lo ha constatado el Informe Hermanas Oblatas del Santísimo Redentor sobre el impacto del Covid-19 en las mujeres que ejercen prostitución o son víctimas de trata, se alerta de que “la situación de precariedad, pobreza y exclusión que viven las mujeres que ejercen prostitución, se ha visto agravada por la crisis del Covid-19 y que el periodo de confinamiento y aislamiento ha provocado, en algunas ocasiones, aumento de violencia, coacción y explotación hacia las mujeres”.
En relación a las consecuencias de la Covid-19 se constata que las mujeres a pesar del estado de alarma y del confinamiento han seguido ejerciendo la prostitución, continúan pagando las habitaciones en las que están, o en otros casos quedándose en la calle.
Asimismo desde Cáritas Diocesana de Toledo se prevé que en los próximos meses con la crisis social y sanitaria provocada por el coronavirus haya un incremento del número de mujeres dedicadas a la prostitución, pues se ven abocadas a esta situación para hacer frente a sus necesidades básicas y la de sus familias.
El Proyecto Santa Marta, que está financiado con fondos de Cáritas y el Gobierno de Castilla-La Mancha, está centrado en el acompañamiento integral, que posibilita la recuperación personal de cada mujer, centrando la intervención en cada mujer, siendo totalmente individualizada y ajustada a las inquietudes, intereses, necesidades y expectativas de cada una de ellas.
La intervención integral hace referencia a todas las áreas de la vida de cada mujer: personal, social, formativa y laboral. Además se trabaja el ámbito de salud, vivienda, formación, laboral, situación administrativo-judicial, ocio y tiempo libre.
CÁRITAS DIOCESANA DE TOLEDO