SAN TITUS BRANDSMA
(1881-1942)
Presbítero profeso de la Orden Carmelita
Mártir
El 26 de julio de 1942, una inyección de ácido fénico acabó con la vida del padre carmelita TITUS BRANDSMA en el campo de concentración de Dachau.
Anno Sjoerd Brandsma nació el 23 de febrero de 1881 en Ugoklooster, Frisia holandesa, hijo de Titus y Tjitsje Postma. Fue el quinto de seis hijos, cinco de los cuales fueron religiosos. Primero se sintió atraído por los franciscanos, pero fue rechazado debido a problemas de salud. Luego eligió a los carmelitas por su fuerte devoción mariana. Inició su formación en el noviciado el 22 de septiembre de 1898, tomando el nombre de su padre, Titus. El 3 de octubre de 1899 hizo sus votos. Después de sus estudios filosóficos y teológicos, fue ordenado sacerdote el 17 de junio de 1905. En 1906, se matriculó en la Pontificia Universidad Gregoriana y se doctoró en filosofía el 25 de octubre de 1909. También prosiguió estudios de sociología. A su regreso a su tierra natal, dio clases en Oss y se dedicó al periodismo. Se convirtió en un estudioso del misticismo y publicó las obras de Santa Teresa de Jesús en holandés. Desde 1923, enseñó filosofía e historia del misticismo en la nueva Universidad Católica de Nijmegen, y en 1932 se convirtió en Rector de la Universidad. Viajó a Europa y Estados Unidos, donde impartió cursos y conferencias. Fue activo en las áreas de ecumenismo, mariología y promovió el esperanto. Se opuso al neopaganismo nazi y se pronunció con vehemencia en defensa de los judíos. Designado portavoz de los periodistas católicos, se movió por el país para persuadirlos de que no cedieran a la presión de los nazis, que habían ocupado los Países Bajos a partir de 1940.
El 19 de enero de 1942 fue arrestado y, tras ser trasladado de un lugar a otro, llegó a Dachau el 19 de junio. Cansado y enfermo, entró en la enfermería del campo donde fue asesinado, mártir de la caridad y de la defensa de la verdad. A la enfermera que administró la inyección letal le entregó su rosario. San Juan Pablo II beatificó a Titus Brandsma como mártir el 3 de noviembre de 1985.
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