Audiencia del Santo Padre a los lectores de la revista “Famiglia Cristiana”

21 de mayo de 2022.- «Como una buena abuela, que ha visto tanto y ha adquirido sabiduría»: así comienza el Papa Francisco su discurso a la gran familia de «Familia Cristiana», la revista católica más difundida en Italia, que ha alcanzado el hito de los 90 años de vida. Recuerda su génesis, en el espíritu apostólico del beato Santiago Alberione, recomendando perseverar en la escucha de las personas y de los lectores.

Los dos caminos de la fraternidad y de la ecología integral  

El Papa subraya que son precisamente las lectoras y los lectores “el verdadero patrimonio” de una revista como Familia Cristiana. Recuerda que la peculiaridad, desde sus orígenes, puesta en práctica desde la dirección, la redacción y los periodistas fue alimentar el contacto con la gente. Y este es “un vínculo que se renueva incluso en la transformación digital que estamos atravesando”, precisa Francisco. También cita una de las prédicas del santo Santiago Alberione, fundador de la Familia Paulina, cuando afirma “Introducir el cine en las parroquias y hacer suscripciones a los periódicos. El periódico católico es como una visita de Dios en los hogares” (Prediche alle Pastorelle, libro VII, 1981, 318).

“Esta ha sido siempre la principal línea editorial de los paulinos: estar atentos a las relaciones como clave de la práctica comunicativa, y a las «redes» como lugares de creación colaborativa de significados y contenidos; buscar nuevas formas de presencia y acción, vinculadas no tanto a los medios como a la cultura y a la nueva gramática de la comunicación; y al servicio de todo el pueblo de Dios, especialmente de los hombres y mujeres que habitan las periferias de hoy.”

Esta línea es siempre válida y, por supuesto, debe actualizarse en función de las grandes orientaciones de la evangelización; hoy se abren ante nosotros, en particular, dos caminos: el de la fraternidad y el de la ecología integral. Hay que recorrer estos caminos, pero el método sigue siendo el mismo: el diálogo y la escucha, que permiten cultivar las relaciones.

La relación con el otro no es reducible a una conexión

El diálogo, añade el Papa, «no se reduce a un intercambio de datos o de información, y la relación con el otro no se limita a una conexión. Y añade bromeando: «Alguien me dijo que la guía telefónica es la que más datos tiene y la que más caracteres tiene pero sin comunicación, ¡curioso!». Y luego llega al quid de la cuestión -reiterado en más de una ocasión-, a saber, que «la comunicación es un ejercicio más amplio.

“Superar la autorreferencialidad para mirar hacia un horizonte más amplio es indispensable en este momento de cambio. Para conocer a los interlocutores de su misión y acercarse a ellos, el comunicador debe hacer un viaje «de ida», cambiando de actitud y mentalidad si es necesario. Este es el camino que nos mostró el Concilio Vaticano II, y luego San Pablo VI, San Juan Pablo II; pero antes, este es el ejemplo del Apóstol Pablo, que comunicando el Evangelio creó relaciones e hizo comunidad.”

San Alberione: La importancia de involucrar periodistas y expertos

El fundador de la Familia de los Paulinos imaginaba una revista que llevase a las familias una visión cristiana de la actualidad, de los grandes temas del mundo y de la Iglesia. Francisco lo recuerda, así como subraya el espíritu de equipo que ha siempre animado el compromiso de los sacerdotes y el de la dirección y de la redacción, juntas.

En el transcurso de la larga historia de la revista, los religiosos hermanos se han ocupado principalmente de la fase técnica de la impresión, las hermanas de la distribución en los hogares, la sensibilización en las parroquias se ha confiado a un trabajo más coral. «Pero la colaboración pronto se extendió a periodistas y expertos en todos los campos», dice el Papa y vuelve a citar a Alberione:

El P. Alberione ya decía a los jóvenes sacerdotes en 1915: «Sembrar buenas ideas para que den fruto en buenas obras: esta es la obra que importa. Ideas religiosas, ideas sociales, ideas de economía, ideas de virtud, ideas de higiene, etc. […]. Cuando sepamos que una idea puede hacer el bien, que un hecho puede hacer interesante un periódico, será útil comunicarlo: es un talento que Dios da: hagámoslo fructificar» (Apuntes de Teología Pastoral, n. 340).

Evitar los «pequeños grupos de autoconservación”

El Papa continúa describiendo este mecanismo y nos insta a actuar, mirando hacia adelante, con los pies plantados en el Evangelio.

Y teniendo cuidado de mirar cuando hay algún movimiento hacia atrás para denunciarlo y decir que esto no es cristiano. El autor de la Carta a los Hebreos dijo: «No somos gente que va hacia atrás» (cf. 10:39). Avancemos con la fuerza del Evangelio, con la fuerza comunicativa que crea comunidad; no retrocedamos para crear grupitos de autoconservación, que acabarán convirtiendo nuestra alma en una pieza de museo, tened cuidado en esto.

Una cita más del fundador de la Familia Paulina:

Y concluyamos con una palabra del P. Alberione que resume su camino carismático: «No se puede dar mayor riqueza a este mundo pobre y orgulloso que Jesucristo, él es la mayor riqueza. María dio al mundo la gracia en Jesucristo; sigue ofreciéndola a lo largo de los siglos. […] El mundo necesita a Jesucristo, Camino, Verdad y Vida. María la da a través de los apóstoles y apostolados, a los que suscita, forma, asiste y corona con fruto y gloria en el cielo». (Abundantes divitiae gratiae suae, 1953, p. 108).

El director: el vínculo con el público, más allá de la lógica empresarial

«El vínculo con el público, muy fuerte y auténticamente familiar, siempre ha ido más allá de la lógica del negocio editorial», explica el director de Familia Cristiana, el padre Stefano Stimamiglio, recordando un aspecto que, según él, ya había sido subrayado por el propio Francisco en la carta de buenos deseos recibida el pasado diciembre. Allí el Papa había agradecido el compromiso de la revista que, «en un tiempo en el que a veces se acostumbra a la dureza como criterio de comparación», se mantiene como una presencia amable, «un periódico del pueblo y para el pueblo, atento a dar la palabra a los más débiles y marginados». Según el codirector Luciano Regolo, el Papa continuó en la carta invitando al semanario «a servir a la verdad con amabilidad a través de un buen periodismo que no dé espacio a la cháchara mediática y no se adhiera a ningún otro bando que no sea el del Evangelio, escuchando todas las voces y encarnando esa dócil mansedumbre que es buena para el corazón».

VATICAN NEWS

Discorso del Santo Padre

Cari fratelli e sorelle, buongiorno e benvenuti!

Ringrazio il Direttore, Don Stefano, per la sua presentazione.

Voi oggi rappresentate la grande famiglia di “Famiglia Cristiana”. Non è un gioco di parole! La rivista cattolica più diffusa d’Italia compie 90 anni: è una nonna, come una brava nonna, che ne ha viste tante e ha acquistato saggezza.

Tutto nasce dallo spirito apostolico del Beato Don Giacomo Alberione: lui immagina una rivista che porti nelle famiglie una visione cristiana della realtà, dell’attualità, dei grandi temi del mondo e della Chiesa. E in questo progetto coinvolge tutta la Famiglia Paolina: i sacerdoti nella direzione e redazione, i religiosi fratelli soprattutto nella fase tecnica della stampa, le suore per la diffusione nelle case, tutti quanti per sensibilizzare nelle parrocchie. Ma la collaborazione si allarga subito a giornalisti ed esperti in tutti i campi.

Don Alberione diceva già nel 1915 ai giovani preti: «Seminare buone idee perché fruttino buone opere: ecco il lavoro che importa. Idee religiose, idee sociali, idee d’economia, idee di virtù, idee d’igiene, eccetera […]. Allorché si conosce che un’idea può far bene, che un fatto può rendere interessante un giornale, sarà utile comunicarli: è un talento che Dio dà: facciamolo fruttificare» (Appunti di Teologia Pastorale, n. 340).

Cari amici, le lettrici e i lettori – cioè voi – sono il vero patrimonio di una rivista come Famiglia Cristiana. E infatti la direzione, la redazione e i giornalisti hanno sempre alimentato il contatto con la gente; un rapporto che va rinnovato anche nella trasformazione digitale che stiamo attraversando. Diceva Don Alberione: «Introdurre il cinema nelle parrocchie e fare abbonamenti ai periodici cattolici. Il giornale cattolico è come una visita di Dio nelle case (Prediche alle Pastorelle, libro VII, 1981, 318).

Questa è sempre stata la linea editoriale principale dei Paolini: essere attenti alle relazioni come chiave della pratica comunicativa, e alle “reti” come luoghi di creazione collaborativa di significati e contenuti; protesi a cercare nuove forme di presenza e di azione, legate non tanto ai mezzi ma piuttosto alla cultura e alla nuova grammatica della comunicazione; e a servizio di tutto il popolo di Dio, specialmente agli uomini e alle donne che abitano le odierne periferie. Questa linea è sempre valida, e naturalmente va aggiornata secondo i grandi orientamenti dell’evangelizzazione; oggi si aprono davanti a noi specialmente due strade: la strada della fraternità e la strada dell’ecologia integrale. Dobbiamo percorrere queste strade, ma il metodo rimane quello: il dialogo e l’ascolto, che permettono di coltivare le relazioni.

A proposito del dialogo, è importante comprendere che esso non è riducibile a uno scambio di dati o di informazioni, e che la relazione con l’altro non è limitabile a una connessione. Questo voi lo sapete bene! Non si può confondere un mero contatto con un segno di dialogo e di interazione, o un semplice scambio di messaggi con una vera comunicazione. Qualcuno mi diceva che l’elenco telefonico è quello che ha più dati e ha più personaggi, ma senza comunicazione, curioso! La comunicazione è un esercizio più profondo, che fa uscire dalla propria autoreferenzialità. Superare l’autoreferenzialità per guardare verso un orizzonte più ampio è indispensabile in questo momento di cambiamento d’epoca. Per conoscere gli interlocutori della sua missione e avvicinarsi ad essi, il comunicatore deve fare un cammino “in uscita”, cambiando, se necessario, atteggiamenti e mentalità. Questa è la via che ci ha mostrato il Concilio Vaticano II, e poi San Paolo VI, San Giovanni Paolo II; ma prima ancora questo è l’esempio dell’apostolo Paolo, che comunicando il Vangelo creava relazioni e faceva comunità.

In questa direzione va chiaramente il tema del prossimo Capitolo Generale dei sacerdoti e dei fratelli discepoli della Società San Paolo: «Lasciatevi trasformare rinnovando il vostro modo di pensare» (Rm 12,2). Chiamati ad essere artigiani di comunione per annunciare profeticamente la gioia del Vangelo nella cultura della comunicazione. Lo inizierete proprio nella Giornata Mondiale delle Comunicazioni Sociali, giornata voluta da San Paolo VI, del quale ricorre la memoria liturgica nello stesso giorno. Trovandoci oggi qui insieme, preghiamo per questo momento importante di voi Paolini; e preghiamo perché “Famiglia Cristiana” e gli altri vostri periodici, i libri, le attività televisive, multimediali e formative in Italia e nel mondo siano sempre rinnovate secondo il Vangelo con lo zelo dell’apostolo Paolo.

Sempre andare al Vangelo, sempre andare alle radici. E da lì prendere forza per la novità, le radici ti danno il succo per crescere, il Vangelo ti darà la missione e ti darà il messaggio che ti costituisce. Ma state attenti a un pericolo di oggi: purtroppo si confonde l’andare in profondità con l’andare indietro. E una cultura che, invece di andare in profondità, per annunciare va indietro, finisce per conservarsi, per non crescere, per non avere il carisma di una comunicazione. State attenti, nelle vostre riviste: sempre far vedere le radici ma per crescere. E stare attenti a guardare quando c’è qualche movimento “all’indietro” per denunciarlo e dire: questo non è cristiano. L’autore della Lettera agli Ebrei diceva: “Noi non siamo persone che vanno indietro” (cfr 10,39). Andiamo avanti con la forza del Vangelo, con la forza comunicativa che crea comunità; non andare indietro per creare piccoli gruppetti di autoconservazione, che finiranno per trasformare la nostra anima in un pezzo di museo. State attenti a questo.

E concludiamo con una parola di Don Alberione che sintetizza il suo percorso carismatico: «Nessuna più grande ricchezza si può dare a questo mondo povero e orgoglioso che Gesù Cristo – è la ricchezza più grande –. Maria diede al mondo la grazia in Gesù Cristo; continua a offrirlo nei secoli. […] Il mondo ha bisogno di Gesù Cristo, Via, Verità e Vita. Maria lo dà per mezzo degli apostoli e degli apostolati, che Ella suscita, forma, assiste e incorona di frutti e di gloria in cielo». (Abundantes divitiae gratiae suae, 1953, p. 108).

Grazie a tutti di essere venuti! Vi benedico di cuore, e benedico tutti i lettori e le lettrici di “Famiglia Cristiana”, e tutti quelli che lavorano per scriverla, stamparla e diffonderla. E voi non dimenticatevi di pregare per me. Grazie!

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