2 de febrero de 2023.– A las 18.00 horas de esta tarde, Fiesta de la Presentación del Señor, en la Basílica de Santa María la Mayor, ha tenido lugar la celebración eucarística con motivo de la XXVII Jornada Mundial de la Vida Consagrada, presidida por el Emmo. Sr. Cardenal João Braz de Aviz, Prefecto del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica. S.E. Mons. José Rodríguez Carballo, O.F.M., Secretario del mismo Dicasterio pronunció la homilía.
Ofrecemos a continuación el mensaje que el Santo Padre Francisco ha enviado a las personas consagradas para la ocasión, cuyo texto fue leído al comienzo de la Misa por el Emmo. Sr. Cardenal João Braz de Aviz:
Mensaje del Santo Padre
Queridos consagrados y consagradas,
Os saludo con afecto con motivo de la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, reunidos para la celebración eucarística en la Basílica de Santa María la Mayor. Y quisiera abrazar en este momento a todos los hermanos y hermanas consagrados en todas partes del mundo.
El tema de la Jornada de este año es “Hermanos y hermanas para la misión”. Cuando escuchéis este mensaje, estaré en misión en la República Democrática del Congo y sé que vuestras oraciones me acompañarán. A su vez, quiero aseguraros la mía para la misión de cada uno de vosotros y de vuestras comunidades. Todos juntos somos miembros de la Iglesia, y la Iglesia ha sido misión desde el primer día, enviada por el Señor Resucitado, y lo será hasta el final, con la fuerza de su Espíritu. Y entre el Pueblo de Dios, enviado a llevar el Evangelio a todos los hombres, vosotros, consagrados, tenéis un papel especial, que deriva del don particular que habéis recibido: don que da a vuestro testimonio un carácter y un valor especial, por el mismo hecho que estáis enteramente entregados a Dios ya su Reino, en pobreza, virginidad y obediencia. Si en la Iglesia todos son misión, todos y cada uno de vosotros lo sois con una gracia especial de consagrados.
Además de este don fundamental, vuestra misión se enriquece con los carismas de vuestros institutos y sociedades, los carismas de vuestros fundadores y fundadoras. En su estupenda variedad, todos son dados para la edificación de la Iglesia y para su misión. Todos los carismas son para la misión, y lo son precisamente con la incalculable riqueza de su variedad; para que la Iglesia pueda dar testimonio y anunciar el Evangelio a todos y en todas las situaciones.
Hoy celebramos la fiesta del Encuentro: que la Virgen María nos obtenga la gracia de que nuestra vida de consagrados sea siempre fiesta del encuentro con Cristo; y así, como ella, podremos llevar a todos la luz de su amor: ¡su luz, no la nuestra! ¡Llevar a Él, no a nosotros mismos!
Queridos amigos, estoy cerca de vosotros y os agradezco por lo que sois y por lo que hacéis. Rezo por vosotros y os animo a seguir adelante en vuestra misión profética. Os bendigo de corazón y os encomiendo a María Salus Populi Romani. Por favor, no olvidéis de rezar por mí.
Roma, San Juan de Letrán, 2 de febrero de 2023, fiesta de la Presentación del Señor.
FRANCISCO