Ilmo. Sr. D. Antonio RODRÍGUEZ BASANTA
Administrador diocesano de Mondoñedo-Ferrol
S.I. Catedral Basílica de la Virgen de la Asunción, Mondoñedo
Sábado 7 de mayo de 2016
Saludo y doy la bienvenida al Sr. Nuncio de su Santidad en España, Mons. Renzo Fratini, a nuestro Arzobispo metropolitano y consagrante principal, Mons. Julián Barrio, a los Señores Cardenales Fernando Sebastián, Ricardo Blázquez y Antonio María Rouco Varela, a los señores arzobispos y obispos concelebrantes. Permítanme una mención especial a los señores obispos de nuestra Provincia Eclesiástica, a nuestro obispo emérito Mons. Gea Escolano y a nuestro anterior obispo Mons. Sánchez Monge.
Saludo y doy la bienvenida a los sacerdotes y diáconos concelebrantes: a los administradores diocesanos, al Sr. Secretario General de la Conferencia Episcopal, vicarios, canónigos, miembros de la vida consagrada, particularmente a los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María y representantes de la CONFER España y CONFER diocesana. A los seminaristas y a las religiosas contemplativas que seguramente se unirán desde sus monasterios a esta celebración.
Saludo y doy la bienvenida a todos los laicos venidos de todos los rincones de nuestra geografía diocesana y de otros lugares, que sois la inmensa mayoría del Pueblo de Dios congregado en la única Iglesia de Jesucristo.
Saludo y doy la bienvenida a las autoridades y representantes de la vida social y cultural que hoy nos acompañan, particularmente a la Sra. Alcaldesa de Mondoñedo.
Saludo, doy la bienvenida y felicito a la familia del P. Luis Ángel de las Heras Berzal, hoy presente entre nosotros: estáis en vuestra casa.
Gracias a todos por vuestra presencia y participación en este acto tan importante para nuestra Diócesis.
Agradezco particularmente al Colegio de Consultores y a sus colaboradores los preparativos, la organización y el esfuerzo realizado para poder celebrar este gran día de fiesta en nuestra Diócesis.
P. Luis Ángel, sea vd. también bienvenido a esta Iglesia particular de MondoñedoFerrol. Es una gran alegría para todos – sacerdotes, consagrados y laicos – tenerle ya entre nosotros, después de casi un año de espera activa y orante por un nuevo Pastor.
Somos una Iglesia con una larga historia, que arranca en el siglo VI, en la confluencia de las Iglesias britoniense y dumiense, asentadas y constituidas definitivamente con el paso de los siglos en Iglesia mindoniense en este norte de Galicia, que integra las comarcas de A Mariña, Terras de Miranda, A Montaña, Terrachá, Alto Eume, Ortegal y Ferrolterra.
Mondoñedo es, con palabras del poeta y gran benefactor mindoniense Leiras Pulpeiro:
“Cunquiña deleitosa,
onde todo frolece e todo medra;
recuncho que ós magoados dá refolgos
co incenso da meleza
i a sombra dos seus soutos caladiños
i a auga das súas fontes, limpa e fresca”.
Pasando a la prosa, los que a partir de hoy seremos sus diocesanos, formamos parte de una sociedad rural, marinera e industrial afectada seriamente por el envejecimiento y la despoblación, donde sus habitantes, aquejados por la crisis ganadera, pesquera e industrial, especialmente en el sector naval, luchamos día a día para salir adelante.
Como Iglesia diocesana, desde hace ya tiempo, estamos condicionados por la falta de un relevo vocacional en el laicado, en la vida consagrada y especialmente en el ministerio sacerdotal. Necesitamos familias cristianas capaces de transmitir a sus hijos el don precioso de la fe. Sin embargo, a pesar de nuestras limitaciones, no nos falta la fuerza del Espíritu, la ilusión y las ganas de trabajar por un presente y un futuro mejor, más humano y solidario, donde la presencia transformadora del reino de Dios sea más fructífera y eficaz.
Poco a poco, P. Luis Ángel, nos irá conociendo y le iremos conociendo. Lo importante es que su presencia cercana como hermano mayor en la fe y padre nos ayude a sentirnos Pueblo de Dios, Iglesia de Jesucristo y comunidad en comunión fraterna y corresponsable.
Valoramos su juventud que supondrá para todos nosotros una inyección de energía y vitalidad. También su carisma misionero que nos ayudará a ser una Iglesia diocesana más misionera, evangelizadora e inculturada. Y, por supuesto, su experiencia de gobierno y de servicio en el ámbito de la vida consagrada que nos aportará la dosis necesaria de temple, prudencia y profecía en unos tiempos que nos exigen a todos creatividad, valentía y riesgo en el anuncio y testimonio del Evangelio, particularmente entre los más pobres y necesitados.
Cuente con nosotros, P. Luis Ángel: le necesitamos y nos necesita. Que el Espíritu del Señor, “agente principal de la evangelización”, Nuestra Señora de los Remedios, los obispos San Rosendo y San Antonio María Claret, le iluminen, le asistan y le sostengan en la nueva tarea encomendada.
Seguimos orando por usted, como lo hemos hecho hasta ahora, mientras lo esperábamos, aún sin saber su nombre ni conocer su cara.
P. Luis Ángel, síntase na súa casa. Esta Igrexa particular de Mondoñedo-Ferrol celebra con alegría o comezo do seu ministerio episcopal entre nós, e agradécelle a Deus Pai, sempre providente, e ó papa Francisco a súa vinda “no nome do Señor”.
Traducción: P. Luis Ángel, siéntase en su casa. Esta Iglesia particular de Mondoñedo-Ferrol celebra con alegría el comienzo de su ministerio episcopal entre nosotros, y le agradece a Dios Padre, siempre providente, y al papa Francisco su venida “en el nombre del Señor”.