Mensaje para la Pascua del Enfermo 2024

MENSAJE DE LOS OBISPOS DE LA SUBCOMISIÓN EPISCOPAL PARA LA ACCIÓN CARITATIVA Y SOCIAL

Pascua del Enfermo, 5 de mayo de 2024

DAR ESPERANZA EN LA TRISTEZA

Convertiré su tristeza en gozo, los alegraré y aliviaré sus penas” (Jer 31, 13)

La Campaña del Enfermo de este año tiene en su centro “Dar esperanza en la tristeza” con la preocupación por quienes padecen diversas formas de sufrimiento psicológico. “La salud no sólo se refiere al cuerpo, sino sobre todo a la integralidad de la persona con todos sus componentes psicológicos, sociales, culturales, éticos y espirituales[1]. Necesitamos reconocer las dolorosas condiciones en las que muchas personas se encuentran a lo largo de su existencia y como a veces los llevan al límite de su fuerza física y psíquica.

“El primer cuidado del que tenemos necesidad en la enfermedad es el de una cercanía llena de compasión y de ternura. Por eso, cuidar al enfermo significa, ante todo, cuidar sus relaciones; todas sus relaciones; con Dios, con los demás —familiares, amigos, personal sanitario—, con la creación y consigo mismo”[2]. Sólo la amistad fiel y la cercanía fraterna pueden ofrecerles el “agua fresca” de la esperanza, que eleva y consuela. Cuidar al enfermo como “peregrinos de la esperanza”. Campaña que vivimos en el contexto de la preparación del jubileo de 2025. “Debemos mantener encendida la llama de la esperanza que nos ha sido dada, y hacer todo lo posible para que cada uno recupere la fuerza y la certeza de mirar al futuro con mente abierta, corazón confiado y amplitud de miras. El próximo Jubileo puede ayudar mucho a restablecer un clima de esperanza y confianza, como signo de un nuevo renacimiento que todos percibimos como urgente. Por esa razón elegí el lema Peregrinos de la Esperanza”[3].

La fe y la oración nos abren a la esperanza que permite no sucumbir ante la tristeza y el, sufrimiento. “Comprendo a las personas que tienden a la tristeza por las graves dificultades que tienen que sufrir, pero poco a poco hay que permitir que la alegría de la fe comience a despertarse, como una secreta, pero firme confianza, aun en medio de las peores angustias»[4].

La oración, propuesta este año como preparación al Jubileo, es una gran escuela de esperanza y deberá estar en el centro de la celebración de la Pascua del Enfermo, particularmente en esta ocasión. Orar con los enfermos y orar por los enfermos. Que puedan constatar que no están solos ni abandonados, ni su vida es inútil, que son los llamados por Cristo, su viva y transparente imagen[5]. Como Cristo está delante del rostro de Dios y pide por mí, así cada uno presentamos delante de Dios a los enfermos. También será ocasión para descubrir el valor de la oración de los enfermos. En una conferencia, Benedicto XVI decía, refiriéndose a los enfermos, cómo su silencioso testimonio es un signo eficaz e instrumento de evangelización para las personas que los atienden y para vuestras familias, en la certeza de que ninguna lágrima, ni de quien sufre ni de quien está a su lado, se pierde delante de Dios. Vosotros sois los hermanos de Cristo paciente, y con El, si queréis, salváis al mundo”[6].

Como al Papá Francisco nos “alegra pensar que el año 2024, que precede al acontecimiento del Jubileo, pueda dedicarse a una gran “sinfonía” de oración; ante todo, para recuperar el deseo de estar en la presencia del Señor, de escucharlo y adorarlo”[7]. Con la intercesión de María, hagamos en esta Pascua del Enfermo esa “gran sinfonía de oración” por cuantos padecen como consecuencia de la enfermedad y renazca en todos la esperanza del Resucitado.

✠ Abilio Martínez Varea

✠ Vicente Ribas Prats

✠ Javier Vilanova Pellisa

✠ Juan José Omella Omella

✠ Florencio Roselló Avellanas


[1] DICASTERIO PARA EL SERVICIO DEL DESARROLLO HUMANO INTEGRAL, “Acompañar a personas con sufrimiento psicológico en el contexto de la pandemia covid-19”, Noviembre 2020.

[2] Cf. PAPA FRANCISCO, Mensaje para la XXXII Jornada Mundial del Enfermo, 11.II.2024.

[3] PAPA FRANCISCO, Carta a S.E. Mons. Rino Fisichella para el Jubileo 2025, 11.II.2022.

[4] PAPA FRANCISCO, Exhortación apostólica Evangelii gaudium, 24.XI.2017, n. 6.

[5] Cf. CONCILIO VATICANO II, Mensaje a los pobres, a los enfermos y a todos los que sufren, 8.12.1965.

[6] BENEDICTO XVI, Discurso a participantes de las XXVII Conferencia Internacional del Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud, 17.XI.2012.

[7] PAPA FRANCISCO, Carta a S.E. Mons. Rino Fisichella para el Jubileo 2025, 11.II.2022.

Deja un comentario