22 de febrero de 2020.– Este sábado, 22 de febrero, a las once de la mañana, presidiendo la Sana Misa en la catedral, se despedía de la Archidiócesis el Sr. Arzobispo Administrador Apostólico, Mons. D. Braulio Rodríguez Plaza. Concelebraban con él los obispos de Ciudad Real y Cuenca, Mons. D. Gerardo Melgar Viciosa y Mons. D. José María Yanguas Sanz. También el obispo de Getafe, Mons. D. Ginés García Beltrán, y su auxiliar, Mons. D. José Rico Pavés, así como el obispo emérito de Segovia, Mons. D. Ángel Rubio Castro.
Junto a ellos concelebraban, además, los vicarios generales de las diócesis sufragáneas de la provincia eclesiástica de Toledo: Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Sigüenza-Guadalajara, además de los miembros del cabildo primado y de los sacerdotes de nuestra Archidiócesis Primada.
Fueron muchos los fieles de toda la Archidiócesis los que participaban en esta celebración.
“Cuesta mucho una despedida”, decía don Braulio, al comienzo de su homilía, “pero esta despedida me llena de paz y miro con confianza el futuro, pues espero en el Señor”. “He gozado. He trabajo con ilusión, me he sentido aceptado y querido”, afirmaba.

Recordaba la fiesta que se celebraba, la Cátedra de San Pedro, para indicar que “la Iglesia de Roma nos reúne a todos en la caridad de Cristo”. Comentaba los textos proclamados en la Misa para preguntar: “¿cómo he servido yo estos años a la Iglesia de Toledo? Sois vosotros quienes tenéis que juzgar cómo he actuado en mi servicio a vosotros”. Hacía referencia al texto evangélico, las palabras de Jesús a Pedro: sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y decía que “Roma no es simplemente la sede un obispo: es la sede apostólica, la del sucesor de Pedro”, “los obispos no somos representantes del Papa; somos Vicarios de Cristo”. Insistía en la catolicidad y apostolicidad sin la cual no se es verdadero obispo.
Al final de sus palabras, don Braulio, señalaba “que he vivido como obispo con todo mi corazón esa comunión con el Papa Francisco y sus antecesores”. “Es grandioso pertenecer a esta Iglesia”. “Os doy gracias, y muchas”. “Y os pido perdón”. “Ocuparéis un lugar privilegiado en mi corazón”. Por último, miraba a María y concluía diciendo: “El Señor os bendiga y os guarde”.
El delegado final para el gobierno de la Archidiócesis de Toledo, don Francisco-Cesar García Magán, tomaba la palabra a final de la celebración. En sus palabras agradecía a don Braulio por la ejemplaridad de su persona y por la fecundidad de su ministerio.
Antes de la celebración se presentaba a los medios de comunicación el retrato del Sr. Arzobispo, un óleo sobre tabla que ha sido realizado por Miguel González Giménez, y que desde este día se podrá contemplar junto al de su antecesor en la Sede Primada, don Antonio Cañizares Llovera, siguiendo la línea de la sucesión apostólica de los Arzobispos toledanos, cuyos retratos aparecen en el citado lugar. Don Braulio Rodríguez Plaza ha sido el 120º Pastor de la Archidiócesis toledana.
Al finalizar la Eucaristía los presentes pudieron contemplar el retrato del Sr. Arzobispo en la Sala Capitular del Templo Primado.
ARCHIDIÓCESIS DE TOLEDO