Ha fallecido el cardenal Marian Jaworski, arzobispo emérito de Lviv de los Latinos

7 de septiembre de 2020.- Este sábado 5 de septiembre fallecía en Cracovia el arzobispo emérito de Lviv de los Latinos (Ucrania), cardenal Marian Jaworski, del Título de San Sixto. Tenía 94 años y llevaba dos semanas ingresado en un centro hospitalario. Vivía en la ciudad polaca desde su retirada de esa sede en 2008.

Nacido el 21 de agosto de 1926 en Lviv, gran parte de su vida transcurrió en el país de san Juan Pablo II, a quien conocía desde 1950 y del fue gran amigo personal. Llegó como seminarista —el seminario de Lviv fue trasladado a Polonia tras la ocupación de la ciudad por las tropas bolcheviques en 1945— y allí se formó y se ordenó sacerdote el 25 de junio de 1950.

Gran parte de su vida la dedicó al estudio, primero como alumno y luego en calidad de docente. Sus tesis doctorales versaron sobre «El desarrollo del pensamiento sobre el principio de la causalidad en la obra de Józef Geyser» (Teología) y «La teoría aristotélica y tomista del principio creativo en el contexto del ser» (Filosofía), esta última en la Facultad de Teología de la Universidad Católica de Lublin. También obtuvo el título de Filosofía de la Religión en la Academia Católica de Varsovia (hoy Universidad Cardenal Stefan Wyszynski) con una tesis titulada «Conocimiento religioso de Dios según Romano Guardini. Estudio analítico-crítico». Durante años fue profesor en este último centro y en la Pontificia Facultad Teológica de Cracovia, de la que fue asimismo decano entre 1976 y 1981. También fue reconocido con un doctorado honoris causa por la universidad alemana de Bonn (1985).

Al episcopado llegó en 1984. Fue Juan Pablo II el que el 21 de mayo de ese año lo nombró obispo titular de Lambesis y administrador apostólico de Lviv de los Latinos, siendo ordenado en Wavel (Cracovia) el 23 de junio. Seis años más tarde, el mismo Pontífice lo nombraba arzobispo metropolitano de la sede ucraniana. Volvía, así, a su ciudad natal con un cometido concreto: reorganizar la actividad pastoral tras la caída del muro de Berlín. Había que refundar parroquias, solicitar la devolución de las iglesias confiscadas y relanzar y normalizar la presencia eclesial en la sociedad después de décadas de comunismo. Y para ello era fundamental contar con sacerdotes locales bien preparados en el seminario mayor, al que prestó gran atención.

Pastoreó su sede natal durante 18 años, hasta el 21 de octubre de 2008. En este periodo ejerció también como administrador apostólico de la diócesis de Lutsk (1996-1998) y, de 1994 a 2008 ,presidió también la Conferencia Episcopal Ucraniana.

Juan Pablo II lo creó cardenal «in pectore» en el consistorio del 21 de febrero de 1998, si bien no fue hasta otro consistorio, justo tres años después, cuando hizo público su nombre y recibió la púrpura. Ello le permitió participar en el cónclave que en 2005 eligió a Benedicto XVI, pero no así en el que en 2013 deparó la elección de Francisco pues ya había superado ampliamente los ochenta años. En la Curia formó parte de la Congregación para el Clero y del Pontificio Consejo para la Familia.

Con su muerte, integran el colegio cardenalicio 219 purpurados, de los que actualmente tienen la condición de electores 122.

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