Palabras del Santo Padre al rezo del Ángelus Domini, 01.11.2016

Viaje apostólico de Su Santidad Francisco a Suecia con motivo de la conmemoración común luterano-católica de la Reforma (31 de octubre – 1 de noviembre de 2016)

fran01112016_angelus

1 de noviembre de 2016.– Al término de la Santa Misa en el Swedbank Stadion de Malmö, el obispo de Estocolmo, S.E. Mons. Anders Arborelius, OCD, dirigido al Santo Padre Francisco unas palabras de saludo.

Después, antes de la bendición final, el Papa ha dirigido el rezo de la oración mariana del Ángelus Domini, introduciéndola con esta palabras:

Palabras del Santo Padre
[texto original: español]

Al terminar esta celebración, deseo agradecer a Mons. Anders Arborelius, Obispo de Estocolmo, sus amables palabras, así como el esfuerzo de las Autoridades y todos los que han participado en la preparación y desarrollo de esta visita.

Saludo cordialmente al Presidente y al Secretario General de la Federación Luterana Mundial, y al Arzobispo de la Iglesia de Suecia. Saludo a los miembros de las delegaciones ecuménicas y del Cuerpo Diplomático presentes para esta ocasión; y a todos los que han deseado unirse a nosotros en esta celebración Eucarística.

Doy gracias a Dios por haberme dado la oportunidad de venir a esta tierra y encontrarme con ustedes, muchos de los cuales provienen de diversas partes del mundo. Como católicos formamos parte de una gran familia, sostenida por una misma comunión. Los animo a vivir su fe en la oración, en los Sacramentos y en el servicio generoso ante quien tiene necesidad y sufre. Los aliento a ser sal y luz en medio de las circunstancias que les toca vivir, con su modo de ser y actuar, al estilo de Jesús, y con gran respeto y solidaridad con los hermanos y hermanas de las otras iglesias y comunidades cristianas y con todas las personas de buena voluntad.

En nuestra vida no estamos solos, tenemos siempre el auxilio y la compañía de la Virgen María, que se nos presenta hoy como la primera entre los Santos, la primera discípula del Señor. Nos abandonamos a su protección y le presentamos nuestras penas y alegrías, nuestros temores y anhelos. Todo lo ponemos bajo su amparo, con la seguridad de que nos mira y nos cuida con amor de madre.

Queridos hermanos, les pido que no olviden rezar por mí. Yo los tengo también muy presentes en mi oración.

Y ahora saludemos juntos a la Virgen con la oración del Angelus.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s